Los abusos tenían método. Aquella forma de educar, conocida en alemán como "pedagogía negra", iba todavía mucho más lejos que los castigos físicos considerados aceptables hace 60 años. Es imposible saber cuántos de los casi 800.000 niños que pasaron por orfanatos alemanes entre 1950 y 1975 sufren aún las secuelas de las palizas, los escarmientos humillantes o los largos aislamientos en cuartos sin ventanas que les infligieron sus tutores. Les daban tranquilizantes mezclados en la comida para que no molestaran. Les obligaban a trabajar en el campo o en las lavanderías para financiarse. Un informe que ha estudiado los casos estima ahora que unos 50.000 de esos menores sufrieron palizas, humillaciones y abusos sexuales.
(In El País on line - Imagem Orfanato alemão -anos 40 - Getty )
A falsa moral é tenebrosa com as guerras. Melina
ResponderEliminarE por cá a nossa imprensa nunca se preocupou com isso. Há tempos um sacerdote dizia a um diário que se as coisas fossem investigadas cairia o Carmo e a Trindade. Mas a Igreja tem grande poder estando ainda por cima os jornais do país nas mãos da Direita. Só investigam o que lhes interessa e na base na maioria das vezes da mentira. Tiagus
ResponderEliminarVá lá, não violam só índios. Pelo menos que violem os deles. Gostei, espero que violem mais, loirinhos e bem arianinhos. Amén
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